Con la imposición de las restricciones de movilidad y otras prohibiciones orientadas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación del covid-19, no pocos modelos de negocio se vieron contra la pared ante tales circunstancias, dejando un halo de cesantía y establecimientos físicamente cerrados.
Es por ello que -debido a la paralización de las actividades productivas y a la contracción de la demanda por el confinamiento social- muchas empresas se han visto en la necesidad de repensar sus modelos de negocio.
La multinacional CasaIdeas -la cual cuenta con un total de 65 tiendas y 1.500 trabajadores en Chile, Perú, Bolivia y Colombia- fue uno de los retail que cerró las puertas de sus establecimientos físicos, pero mantuvo la empleabilidad de sus trabajadores y apostó en un 100% por impulsar una sucursal virtual que, en muy poco tiempo, representaba el 15% de las ventas físicas de esta organización.
Es por ello que, al analizar el impacto del e-commerce por la disrupción de la pandemia bajo un enfoque documental, el comercio tradicional pasó a ser una estrategia de segundo plano, y el electrónico una de las industrias ganadoras.
“Las empresas no solo tienen un rol comercial sino también social. Dentro de ese rol social deben estar en primer lugar los trabajadores (…) lo más importante ante una situación de crisis es anteponerse y tratar de tomar decisiones como, por ejemplo, asegurarles el sueldo a los trabajadores”, sostuvo en un ciclo de Webinar, Mauricio Russo, fundador de CasaIdeas.
Y es que el cambio de cultura dentro de las compañías está directamente relacionado con el desafío de adaptarse. En diálogo con RH Management, la especialista anglosajona Carolyn Taylor, presidenta ejecutiva de Walking The Talk, comenta que la cultura organizacional de la empresa depende de cada uno de los ejecutivos de la compañía, “Si ellos no están dispuestos a cambiar su propia personalidad, será imposible que el cambio se transmita al resto de la organización”.
Para alcanzar el éxito los negocios deben de enmarcarse dentro de la versatilidad empresarial para responder a la exigencia de cambios que dependen de algunos factores importantes como la disponibilidad de herramientas tecnológicas, la sinergia desarrollada en los equipos de trabajo y la discusión al cambio en su cultura organizacional.
Nueva cultura empresarial
Este nuevo escenario ha dado paso a una nueva filosofía al interior de muchas organizaciones, transformando su cultura empresarial, mediante la modificación de su sistema laboral, tras el surgimiento de un “trabajador híbrido”, como fue bautizado desde el Observatorio de Recursos Humanos. Un estudio de Adecco evidenció que el 77% de los consultados les gustaría combinar el trabajo a distancia con el presencial.
La alternancia de estas dos modalidades de trabajo debe influir de forma directa en la comunicación interna de la empresa e incidir -además- en el sentido de pertenencia de los trabajadores por esta. Un equipo motivado rinde un 44 % más y aumenta un 27 % su compromiso, según un estudio de Sodexo.
Esto pudiera dar paso a un cambio de cultura laboral, puesto que muchos trabajadores tendrán que formarse en nuevas competencias para saber manejar las nuevas herramientas digitales.
Crear mecanismos para estar permanentemente cerca de los clientes, permite establecer planes de mejoras continuas y una cultura flexible para hacerle frente a cualquier variación en el comportamiento del mercado.
Adaptabilidad al entorno
El 2020 dejó en Latinoamérica un escenario en donde se han perdido más de 41 millones de empleos y las transacciones empresariales han bajado un 51%; esto ha puesto a prueba no solo la solidez, productividad y resiliencia de las empresas, sino que ha llevado a examen su nivel de adaptación a estos cambios.
Es por ello que han salido airosas aquellas empresas que se han adaptado rápidamente al cambio de forma positiva y creativa fortaleciendo la confianza y colaboración para seguir operando.
En tiempos tan sui generis con transformaciones impuestas por la era digital y las comunicaciones, las formas de hacer negocios han cambiado de forma radical. La capacidad de adaptación de las empresas es cambiante según su entorno, motivo por el cual adecuarse es un imperativo para la cultura empresarial de este ecosistema.
Esta realidad fue interpretada por Pablo Reyes, ex socio fundador de ÁUREA, al sostener que “el gran desafío es que las organizaciones están diseñadas para una ontología anterior, donde el control y mando funciona (…) esta nueva ontología puso en jaque todo lo que creemos sobre cómo hacer organizaciones. El desafío es esencialmente adaptativo”.
En palabras de Alejandro Reyes A, Socio de ÁUREA, la adaptación es “ajustarse a un lugar o situación distinta a la original o idónea (…) es apalancada por los contextos y depende de nosotros que suceda”.
En esta misma línea, Forbes dio a conocer algunas claves para mantener la operatividad de sus organizaciones en tiempos de crisis al sostener que es necesario “redefinir las prioridades estratégicas del negocio y socializar los nuevos objetivos”.
La prestigiosa publicación subrayó como fundamental “crear una adecuada articulación de las diferentes áreas y una comunicación fluida dentro de los equipos”, en pos de fortalecer la colaboración.
Nuevas tendencias
Se pudiera afirmar que la Pandemia del Covid-19 en sí, ha revolucionado la cultura organizacional dando paso a paradigmas de una versión 4.0 sustentada en nuevas metodologías de formación, educación digital, empresas con plataformas para el aprendizaje continuo, un lugar de trabajo, que ofrezca las facilidades de la educación virtual con la posibilidad de colocar en práctica lo aprendido.
El empresario norteamericano Tony Hsieh a conceptualizado esta novedosa corriente al describirla con las siguientes características.
Tienen un Propósito de transformación masiva, y se rigen por principios accionables.
De manera ágil dieron el salto tecnológico: trabajan en la nube, tienen procesos automatizados, recolectan su data, toman decisiones basados en sus datos, tiene buenas prácticas de ciberseguridad, trabajan de manera remota.
Practican la resiliencia organizacional, aprendieron a vivir en movimiento y la adaptación es su medio de supervivencia.
Tiene una Cultura donde el error es un mecanismo de aprendizaje y no un castigo.
Saben que el Futuro del Trabajo para su gente, radica en cultivar un mindset de “LifeLong Learning”
Practican la Seguridad Psicológica
Están explorando las métricas de Analítica de Personas
Los OKRs son su pasión
Otra de las tendencias actuales es la denominada “Empresa aula”, impulsada por los procesos de Reskilling y Upskilling, en los que se sustenta nuevas metodologías de formación, educación digital, empresas con plataformas para el aprendizaje continuo y que invierte en su talento para garantizar la competitividad.
Es por ello que hoy más que nunca las empresas demandan del acompañamiento y asesoría de especialistas que les permita tener un termómetro claro sobre aspectos como: colaboración, aprendizaje continuo, creatividad, curiosidad, ayuda mutua, escucha activa, entre otros atributos de las interacciones humanas.
Un diagnóstico acertado nos ofrece una mirada sobre las capacidades de la organización para adaptarse a las tecnologías exponenciales, encontrar las fortalezas y las oportunidades de mejorar.
Estos diagnósticos deben proveer a las organizaciones de un punto de partida que les permita tomar decisiones basadas en datos mediante un exhaustivo análisis con foco en los aspectos humanos, de habilidades sociales, inteligencia emocional, seguridad psicológica en los equipos, capacidades de innovación y tecnología, que les permita a las organizaciones diseñar programas de intervención o mejora basados en datos.